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Masiva presencia de la Federación Catalana en el sumario Negreira y vínculos con la Operación Soule
Con nueve años se hizo socio del Real Club de Tenis del Turó, del cual fue durante mucho tiempo jugador. Se entrena tres días Cuánto dura un partido de fútbol sala la semana y juega Federwcio fines de semana. Cien años y los retos del s. Sería bonito que de ahora en adelante no tuviera que hablarse de este tema porque significaría que todos hemos aceptado la diversidad Oriol, 17 años Cuando tenía 12 años, Oriol escuchó una conferencia de Víctor Saura, padre de un niño con síndrome de Down Federacio catalana de voleibol competiciones hablaba de la pasión Fedegacio su hijo: el rugby. Without a subpoena, Federacio catalana de voleibol competiciones compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this competicioens alone cannot usually be used to identify you.
El caso de Laia , la niña con síndrome de Down que juega en un equipo de voleibol infantil siendo ella cadete, ha destapado el debate sobre la inclusión en el deporte de base. Los reglamentos , por ejemplo, clasifican las categorías por edad.
Sería como colocar a un niño sin discapacidad en un equipo dos años mayor. Compiten, si compiten, entre ellos. De hecho, existen federaciones con diferentes tipologías de discapacitación físicas, psíquicas e intelectuales.
Pero quedan siempre al margen de las ligas y competiciones. En ocasiones, como indican los expertos, los grupos específicos son imprescindibles para que las reglas se adapten a sus situaciones excepcionales. Sin embargo, no es la opción de todos los deportistas discapacitados. Parte de la poca asistencia a actividades deportivas empieza en la infancia cuando las familias no quieren exponer a sus hijos a amargas experiencias para sus hijos.
Maribel Zamora, presidenta de la Federación Catalana de Voleibol, relata que se intentó crear un equipo de voleibol de discapacitados. Ya hay cien niños integrados en clubs. Empezó en Catalunya, se extendió a nivel nacional y ahora se compite en los campos de todo el mundo. Ahora mismo, el reglamento no lo puede contemplar todo. Pero el abordaje de la inclusión de las personas debe hacerse desde una perspectiva técnica, social y jurídica. La realidad hoy es que el sistema actual de deporte formativo en España es muy competitivo, se juega para ganar, y no favorece la inclusión de niños con dificultades, con discapacidad o sin ella.
Los expertos creen que tampoco puede ahogarse la competición, porque es el motor de la mejora. Las federaciones temen que, sin el ingrediente de la competición, se perdería la cantera de talento futuro. En voleibol se clasifica por nivel de competencia. En infantil, por ejemplo, hay 16 equipos de primera división A y cien equipos de segunda división B. En el club de Laia, Esplugues, coexisten ambas categorías. Ella juega en el B. Se sugirió que la niña podría jugar con el equipo de cadetes, que no es el suyo, con discriminación positiva sus tantos valen el doble, por ejemplo.
La Federación Española de Voleibol se ha comprometido no sólo a valorar la situación de Laia sino a reflexionar sobre la inclusión y realizar un planteamiento genérico para que su resolución valga para otras muchas personas con discapacidad.
Lleva una vida de niña, como cualquier otra de su edad: estudia, practica deporte y va al esplai. Y esa cotidianidad es, en sí misma, casi una excepcionalidad. Estudia 2. Se entrena tres días a la semana y juega los fines de semana. Sería bonito que de ahora en adelante no tuviera que hablarse de este tema porque significaría que todos hemos aceptado la diversidad.
Cuando tenía 12 años, Oriol escuchó una conferencia de Víctor Saura, padre de un niño con síndrome de Down que hablaba de la pasión de su hijo: el rugby. Martí jugaba en un equipo mixto formado por personas con y sin discapacidad. A Oriol, también con síndrome de Down, se le iluminaron los ojos.
La Foixarda. Y descubrió la pasión por el rugby. Así pasó a la liga ordinaria, con cierto vértigo por parte de sus padres. Superaron el temor a las lesiones mirando a su otro hijo que juega a baloncesto. Lleva cuatro años en la sub donde juega con chicos y chicas menores que él. Compiten en toda Catalunya, sale a torneos nacionales e internacionales.
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